la revolución de una briza de paja. Masanobu Fukuoda. síntesis


Durante los últimos cuarenta años, el Sr. Fukuoka ha observado con indignación la degeneración tanto de la tierra como de la sociedad japonesa. Los japoneses siguieron ciegamente el modelo americano de desarrollo económico e industrial, la población se trasladaba a medida que los agricultores emigraban del campo a las crecientes áreas industriales. La aldea rural donde nació el Sr. Fukuoka y donde su familia vivió durante 1.400 o más años, ahora está en el límite de los suburbios en expansión de la ciudad de Matsuyama. Una carretera nacional con sus fragmentos de botellas de “sake”y su basura, pasa a través de los campos de arroz del Sr. Fukuoka.


Hacer crecer cultivos es una innovación cultural que requiere conocimiento y esfuerzo. La diferencia fundamental es que el Sr. Fukuoka practica la agricultura cooperando con la naturaleza en lugar de tratar de “mejorarla” mediante su conquista. El Sr. Fukuoka cree que la agricultura natural procede de la salud espiritual del individuo. Considera que el sanar la tierra y la purificación del espíritu humano son un mismo proceso y propone un tipo de vida y de agricultura por medio del cual puede tener lugar este proceso.

Habla de su propio método como la agricultura “del no hacer” y dice que hace posible, incluso para un agricultor de fin de semana, cultivar suficientes alimentos para toda la familia. Sin embargo la denominación de este método no significa que pueda llevarse a cabo sin esfuerzo. Su explotación se mantiene mediante un programa regular de trabajos en los campos lo que se hace debe realizarse correctamente y con sensibilidad.


Yo estaba apuntando hacia un método de hacer la agricultura agradable, natural, que condujese a hacer el trabajo más fácil en vez de más pesado. Llegué a la conclusión de que no había necesidad de arar, ni de aplicar abono, ni de hacer compost ni de utilizar pesticidas. Cuando se profundiza en ello, pocas prácticas agrícolas son realmente necesarias. La razón de que las técnicas mejoradas por el hombre parecen necesarias, es que el equilibrio natural ha sido alterado tan gravemente de antemano por estas mismas técnicas que la tierra se ha hecho dependiente de ellas. Esta línea de razonamiento no solamente se aplica a la agricultura, sino también a otros aspectos de la sociedad humana. Los médicos y las medicinas se vuelven necesarios cuando la gente crea un ambiente enfermizo. La escolarización formal no tiene valor intrínseco, pero se convierte en necesaria cuando la humanidad crea unas condiciones en las cuales “uno debe tener educación” para salir adelante. El mundo se está moviendo con tan furiosa energía en la dirección opuesta puede parecer que yo he regresado a los tiempos primitivos, pero creo firmemente que el camino que he estado siguiendo es el más sensato. Los cuatro principios de la agricultura natural son: 

El primero es NO LABOREO esto es, no arar ni voltear el suelo. 

El segundo es NO UTILIZAR ABONOS QUÍMICOS NI COMPOST PREPARADO 

El tercero es NO DESHERBAJE MEDIANTE CULTIVO O HERBICIDAS. 

El cuarto es NO DEPENDENCIA DE LOS PRODUCTOS QUÍMICOS.


Los tres métodos (natural, tradicional y químico) dan rendimientos similares, pero difieren marcadamente en su efecto sobre el suelo. El suelo en los campos del Sr. Fukuoka mejora con cada estación. Durante los últimos 25 años, desde que dejó de labrar el suelo, sus campos han mejorado en fertilidad, estructura y en su habilidad de retener el agua. Siguiendo el método tradicional, el estado del suelo a lo largo de los años permanece sin variación, el agricultor obtiene cosechas proporcionales a la cantidad de compost y estiércol que incorpora. El suelo en los campos del agricultor que emplea los métodos químicos se vuelve inanimado y se agota su fertilidad natural en muy poco tiempo. Por medio de la agricultura natural, pueden rehabilitarse efectivamente los suelos que han sido dañados por medio de prácticas agrícolas negligentes o por el empleo de productos químicos.

La textura del suelo del Sr. Fukuoka es arcillosa. La capa superficial es rica en materia orgánica friable y con buena capacidad de retención del agua. Éste es el resultado de la cobertura de hierbas y trébol que ha crecido continuamente en el vergel durante muchos años. Las malas hierbas deben segarse cuando las hortalizas son jóvenes, pero una vez que las hortalizas están bien establecidas, se les permite crecer junto con la cobertura de trébol.

Una vez que estas técnicas se abandonaron, utilizando en su lugar los abonos químicos de rápida acción, el humus del suelo se agotó en una sola generación. La estructura del suelo se deterioró, los cultivos se debilitaron y se volvieron dependientes de los abonos químicos. Para compensar la reducción en trabajo humano y animal, el nuevo sistema destruía las fértiles reservas del suelo.

No hay camino más inteligente en agricultura que el de la mejora del suelo en su totalidad. Los alimentos obtenidos en suelos equilibrados por la acción de lombrices, microorganismos y estiércol animal en descomposición son los más limpios y saludables de todos.

Hasta que no haya un giro de 180 grados en el sentido de los valores que se preocupan más por el tamaño y el aspecto que por la calidad, no habrá solución para el problema de la contaminación de los alimentos. Dado que la fruta natural puede producirse con menor gasto y esfuerzo, yo razono que debe venderse a precio más bajo. Seria mejor, desde luego si la fruta pudiese venderse localmente, eliminando el gasto y el tiempo que implica el transporte. Pero hasta que los alimentos naturales puedan ser distribuidos localmente, el agricultor medio estará preocupado por no tener un mercado en el cual vender su producto. En lo que respecta al consumidor, la creencia general ha sido que los alimentos naturales deben ser caros. Si no son caros la gente sospecha que no son productos naturales.

Los alimentos producidos de una manera antinatural satisfacen los deseos pasajeros de las personas pero debilitan el cuerpo humano y alteran su bioquímica haciéndolo dependiente de este tipo de alimentos, Cuando esto ocurre, se hacen necesarios los complementos vitamínicos y los medicamentos. Esta situación solamente crea fatiga para el agricultor y sufrimiento para el consumidor.

Si a cada individuo se le diese 0.l Ha., esto es 0.5Ha para una familia de cinco personas, esta superficie sería más que suficiente para mantener una familia durante todo el año. Si se practicase la agricultura natural, un agricultor tendría también tiempo más que suficiente para el descanso y actividades sociales dentro de la comunidad de la aldea. Yo creo que éste es el camino más directo para hacer de este país una tierra feliz.

La extravagancia de los deseos es la causa fundamental que ha conducido al mundo a su difícil situación actual. Rápido mejor que lento, más mejor que menos, este “desarrollo’ superficial está directamente relacionado con el colapso inminente de la sociedad. Solamente ha servido para separar al hombre de la naturaleza. La humanidad debe detener el fomento del deseo de posesiones materiales y ganancias personales y moverse en su lugar hacia el conocimiento espiritual. La agricultura debe evolucionar de las grandes explotaciones mecanizadas hacia las pequeñas explotaciones apegadas solamente a la vida en sí misma. A la vida material y a la dieta se les debe dar un lugar simple. Si se hace esto, el trabajo se hace agradable y el descanso espiritual se vuelve abundante. Cuanto más aumenta el agricultor su escala de operaciones más se disipa su cuerpo y espíritu y más se aleja de una vida espiritualmente satisfactoria. Una vida practicando la agricultura a pequeña escala puede parecer primitiva, pero viviendo una vida de este tipo se hace posible contemplar el Gran Camino (El camino de sabiduría espiritual que implica atención y cuidado en las actividades ordinarias de la vida diaria.). Yo creo que si uno examina a fondo su propio entorno y el mundo cotidiano en el que vive, le será revelado el mayor de los mundos.

Así que el lema para el agricultor en su trabajo es: sirve a la naturaleza y todo irá bien. La agricultura fue antaño un trabajo sagrado. Cuando la humanidad se apartó de su ideal, apareció la moderna agricultura comercial. Cuando el agricultor comenzó a hacer cultivos para ganar dinero, entonces olvidó los verdaderos principios de la agricultura. Desde luego el comerciante tiene un papel que jugar en la sociedad, pero la glorificación de las actividades mercantiles tiende a conducir a la gente lejos de un reconocimiento del verdadero origen de la vida.

No importa el resultado de la cosecha, ni si habrá suficiente o no para comer, ya que hay alegría en el hecho de sembrar y de cuidar tiernamente las plantas bajo la dirección de la naturaleza.

Particularmente no me gusta la palabra “trabajo’. Los seres humanos son los únicos animales que tienen que trabajar y yo creo que ésta es la cosa más ridícula del mundo. Otros animales subsisten simplemente viviendo, pero la gente trabaja como loca, pensando que debe hacerlo para poder estar viva. Cuanto más grande es el trabajo y mayor el desafío más maravilloso creen que es. Sería bueno abandonar esta forma de pensamiento y vivir una vida fácil, confortable, con mucho tiempo libre. Yo creo que ésta es la vida de los animales en los trópicos, saliendo por la mañana y el anochecer para ver si hay algo que comer, y tomando una larga siesta por la tarde; debe ser una vida maravillosa. Para los seres humanos una vida con esta simplicidad sería posible si uno trabajase para producir directamente sus necesidades diarias. En este tipo de vida, el trabajo no es trabajo como la gente generalmente lo considera, sin simplemente hacer lo que necesita ser hecho. Mi finalidad es mover las cosas en esta dirección.

Ellos comprenden que para llegar a enraizar firmemente deben vivir de los productos de su propia tierra. Una comunidad que no puede lograr producir su propio alimento no puede durar mucho tiempo. Yo creo que el movimiento de este puñado de gente está liderando el camino que conduce a un tiempo mejor. Es entre esta gente que la agricultura natural está arraigando rápidamente y ganando fuerza.

Creo que el camino de Gandhi, un método sin metodología, actuando en un estado de mente no-vencedor y no-oponente está emparentado con la agricultura natural. Cuando uno es consciente de que pierde alegría y felicidad en el intento de poseerlos entonces se alcanzará la esencia de la agricultura natural. El fin último de la agricultura natural no es el cultivo de las plantas sino el cultivo la perfección de los seres humanos.

Generalmente se cree que la cultura es algo creado, mantenido y desarrollado sólo mediante el esfuerzo humano. Pero la cultura se origina en la asociación entre el hombre y la naturaleza. Cuando se realiza la unión entre sociedad humana y naturaleza, la cultura toma cuerpo en si misma. La cultura ha estado siempre muy conectada con la vida cotidiana, y así ha sido transmitida a las generaciones futuras, y ha sido conservada hasta la actualidad.

Algo nacido del orgullo humano y de la búsqueda del placer no puede ser considerado como verdadera cultura. La cultura verdadera nace con la naturaleza, es simple, humilde y pura. Sin la cultura verdadera la humanidad perecerá. Un problema es que en Occidente la ciencia de la nutrición no hace ningún esfuerzo para ajustar la dieta al ciclo natural. El resultado es una dieta que aparta al ser humano de la naturaleza. Los resultados más desafortunados son el miedo a la naturaleza y un sentimiento de inseguridad general.

La gente descubre algo, aprende cómo funciona y se pone a usar la naturaleza, creyendo que esto será para el bien de la humanidad. El resultado de todo ésto hasta ahora es que el planeta está contaminado, la gente confundida, y que hemos propiciado el caos de los tiempos modernos.




1 comentario:

  1. La agricultura natural es la senda a seguir en el camino del decrecimiento. Permite al ser humano recuperar esa parte de si mismo que pertenece a la tierra, que habla y sirve de guia.
    Creo que cada uno de nosotros, indepedientemente de donde vivamos o a lo que nos dedicemos, podemos cultivar, al menos parte, de lo que comemos. No solo por los benificios fisiologicos sino tambien por los psicologicos.
    Unicamente en nuestra propia mente estan las limitaciones.

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