iluminación LED para agricultura


La empresa holandesa PlantLab puede revolucionar la agricultura, tal como la hemos conocido hasta ahora, pues en vez de utilizar luz solar emplea iluminación LED, y un control total de los cultivos mediante sensores que recogen datos de las plantas y la informática, que proporciona en cada momento lo que necesitan éstas para su desarrollo.

Según esta empresa se podrían cultivar frutas y verduras en la mitad de tiempo, sin usar pesticidas, utilizando además un 90% menos de agua. Lo mejor de este método es que se puede implantar en cualquier parte del mundo, en cualquier estación del año, eliminando los gastos de transporte y si además la energía necesaria se obtiene por medios renovables y distribuidos realmente se cuadraría el círculo.

En estos momentos disponemos, al menos en el primer mundo, de una variedad increíble de todo tipo de productos agrícolas, pero los gastos de transporte pueden representar entre el 6 y el 12% del coste total de los mismos, esto sin tener en cuenta las emisiones nocivas que produce éste. A todo ello unimos que tradicionalmente la agricultura ha requerido de suelos ricos, de unas condiciones ambientales adecuadas, donde las estaciones marcaban el ritmo de los cultivos, siendo necesarias grandes cantidades de recursos, como el trabajo humano y los combustibles fósiles que utiliza la maquinaria, pero sobre todo de mucha agua.

La sorprendente idea de PlantLab es cultivar en interior, aprovechando el espacio al máximo mediante la utilización de una especie de bandejas que permitirían aumentar la superficie de cultivo al estar unas apiladas sobre otras, como en una estantería. Las lámparas LED proporcionan el rango de color más conveniente para las plantas: el azul y el rojo. Con esto se consigue un ambiente de cultivo en tonos rosados, más parecido a un night club que a una granja, pero investigaciones realizadas desde 1998 avalan la idea.

Las plantas convierten la luz del sol en energía a través de la fotosíntesis pero sólo necesitan ciertos colores del espectro. Los LED azules y rojos proveen sólo la luz que las plantas necesitan, haciendo el proceso más eficiente y consiguiendo además que éstas crezcan más sanas, fuertes, y resistentes.

El uso de LED y del clima controlado no sólo requiere de menos energía, menos agua, y menos espacio que la agricultura tradicional sino que además elimina lo impredecible de las condiciones climáticas, las plagas y las heladas, entre otros inconvenientes que supone el cultivo en exterior.


Los sensores capturan 160.000 datos por segundo que una vez analizados por los ordenadores determinan la cantidad, el color, la intensidad exacta de la luz, así como la cantidad de agua y nutrientes, para que las plantas se desarrollen en unas condiciones perfectas. Ni con escasez ni con excesos, que tampoco son convenientes.

La imagen es sencilla, aunque sorprendente, granjas en los sótanos de los supermercados, o de los colegios, rascacielos que producen lo que necesitan sus residentes eliminando gastos de transporte y proporcionando comestibles más frescos y saludables.

El sueño de la empresa según el ingeniero John van Gemert es “ayudar a las comunidades a producir su propia comida en cualquier lugar del mundo. Sería maravilloso si en los próximos 50 años cualquiera en cualquier lugar del mundo dispusiese de una alimentación decente.”






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