¿qué es la agricultura sinérgica?


Cultivar la tierra de forma sinérgica es atraer la biodiversidad al espacio labrado o, al menos, no erradicarla. Muy al contrario de lo que hace la agricultura convencional, este sistema alternativo de cultivo mantiene la fertilidad del suelo con acciones opuestas a lo que ésta predica, como dejar crecer la mala hierba o haciendo justo al revés, abasteniéndose de hacerlo, por ejemplo evitando el arado o abono.

Se trata, básicamente, de plantar de un modo distinto, más acorde con la naturaleza y sin renunciar a una alta productividad, que podría llegar a ser incluso mayor que la conseguida con los cultivos tradicionales o con el empleo de transgénicos.

Como apuntábamos, sus principios pueden definirse a partir de sus diferencias con respecto a la agricultura típica: no se ara, no se abona con químicos ni con ningún otro fertilizante ni se hacen tratamientos sintéticos de clase alguna, y tampoco se comprime el suelo. O, lo que es lo mismo: el suelo no se trabaja, permanece salvaje, si bien se utiliza la autofertilidad del suelo y, en suma, se confía en la sinergia o funcionamiento conjunto del ecosistema para conseguir un beneficio mutuo de sus partes y, por lo tanto, también de la cosecha.

Emilia Hazelip y el maestro Fukuoka

El tema que nos ocupa obliga a mencionar a Emilia Hazelip, formuladora en el año 1987 de este modelo de producción vegetal basado en la Agricultura Natural sin laboreo de Masanobu Fukuoka, que también llevó a la práctica sus ideas de una agricultura que no explota la tierra. Y todo este ímpetu a consecuencia de su fuerte compromiso personal de respeto al entorno para no seguir haciéndole el daño que le infringía la agricultura de siempre.

Entre otros aspectos prácticos, crear un huerto según esta técnica exige hacer bancalesde unos 120 centímetros de ancho, medio metro de altura y poco menos de un metro de separación entre ellos, cubiertos con acolchado de paja, lana o restos orgánicos para evitar el deterioro de la superficie de la tierra.





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