dos “científicos” de 14 años, de Suazilandia, ganan primer premio Ciencia en Acción por tecnología hidropónica



Dos “científicos” de 14 años, Sakhiwe Shongwe y Bonkhe Mahlalela (Suazilandia) han ganado recientemente el primer premio Ciencia en Acción (Science Action), dotado con 50.000 dólares e instaurado por la revista Scientific American, gracias a su proyecto para realizar cultivos hidropónicos de baja tecnología con su sistema hidropónico simplificado único (USHM, por sus siglas en inglés) que puede ser utilizado por los agricultores de subsistencia de su país, con la idea de alimentar a la población y reducir los periodos de escasez.

Sin suelo fértil y agua abundante, a un campesino parece que le faltaría lo fundamental para desarrollar su trabajo. Sin embargo, la hidroponia puede ayudar a cualquier persona a cultivar de manera abundante hortalizas y verduras, en una pequeña parcela, en un desierto, en una azotea, incluso dentro de un edificio, etc… todo ello contando con las herramientas adecuadas y utilizando muy poco espacio y agua.


Más del 80% de los productos frescos que se consumen en Suazilandia cada año, se importan desde Sudáfrica, país que la rodea por completo, y el 40% de la población depende de la ayuda alimentaria, según comentan en el vídeo-presentación que acompaña esta entrada. Además el 60% de la población vive de la agricultura de subsistencia, el 69% lo hace bajo el umbral de la pobreza, y el 48% subsiste con menos de un dólar al día.

La técnica hidropónica, sobre la que ya hemos escrito en algunas ocasiones aquí, requiere de una elevada tecnología y eso es lo que han tratado de evitar estos dos adolescentes con su “Método Hidropónico Simplificado Único” (USHM), ya que evidentemente no disponen de ella ni de recursos para conseguirla. Han utilizado serrín u otros desechos orgánicos como sustrato, cartones reciclados se han convertido en contenedores, y gallinaza disuelta en el agua se ha utilizado como abono.


Lo básico y simple de los materiales utilizados puede resultar hasta ridículo, pero los resultados son sorprendentes. Incrementaron el rendimiento en un 32%, el número de plantas a igual superficie se incrementó en un 140%, el crecimiento de las plantas fue un 180% más rápido, reduciendo en un 35% el periodo de recogida, y obtuvieron un 114% de margen de beneficio.

Además, hay que tener en cuenta el bajo impacto ambiental de la tecnología USHM, ya que al eliminar la labranza del suelo se evita la erosión, al tiempo que han puesto en práctica las tres R del reciclaje (reducir, reutilizar, reciclar), pues se reutilizan los residuos y se reducen los recursos utilizados, como los insumos a la tierra.


Aparte de los 50.000 dólares del premio, que para nosotros quizá sea hasta lo menos importante, los dos investigadores contarán con un año de tutoría por parte de la revista Scientific American para desarrollar aún más su proyecto, y viajarán a la sede de Google en California el próximo mes de Julio para competir en la Feria de la Ciencia de Google 2012. Si dos niños, en un país con tan pocos recursos, han conseguido desarrollar esto por ellos mismos, ¿a dónde llegarán con ese asesoramiento? Creemos que esto es más importante que el premio en si, por eso estaremos pendientes del resultado de ese concurso.

Ya hemos escrito aquí en otras ocasiones sobre la creatividad de los africanos, sobre todo de los jóvenes, por ejemplo en la entrada William Kamkwamba historia de como un niño dominó el viento, pero aún así nos sigue sorprendiendo ese ímpetu y esas ganas de salir adelante. Les felicitamos por ello y les deseamos toda la suerte.





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