nuevo proyecto de granja de algas ecológica



Parte de la solución para alimentar a una población mundial en crecimiento y mantener al mismo tiempo instalaciones para purificar el agua de forma ecológica, se encuentra a flote en el estuario de Oosterschelde, en Holanda.

La primera granja piloto de Europa se inauguró oficialmente el pasado 7 de julio. Y no se trata solo de una granja de algas; los investigadores implicados están entregados a desarrollar un sistema de cultivo ecológico de algas.

El Dr. Willem Brandenburg, que forma parte del equipo de investigación en la Universidad de Wageningen y del Centro de Investigación, indicó en la revista universitaria Resourceque “con el cultivo a gran escala de algas, se puede reducir la presión sobre la tierra y limpiar los océanos”.

El proyecto piloto es el resultado de un concurso organizado por Rijkswaterstaat (RWS), el brazo ejecutivo del Ministerio Holandés de Fomento, y Medioambiente RWS organizó el concurso para estimular las iniciativas de desarrollo espacial multifuncional para los canales.

La ubicación de la granja es crucial para la búsqueda de sostenibilidad. Mediante la colocación de las granjas de algas en los ambientes con nutrientes, los cultivos no requieren la adición de fertilizantes y limpian el agua. Los ríos de todo el mundo transportan aproximadamente treinta millones de toneladas de fosfatos al mar, y las algas podrían absorber algo de forma natural.

La producción de algas también podría utilizarse para mejorar medioambientalmente las piscifactorías. Por ejemplo, Hortimare, parte del consorcio implicado en el proyecto piloto, desarrolla variedades de algas que actualmente se usan como purificadores de agua en el cultivo del salmón, según un comunicado de prensa.

Opuesto al enfoque sostenible se encuentra el cultivo de algas asiático, que es perjudicial para el medioambiente. Actualmente, el 90% de los siete millones de toneladas del mundo de algas producidas, están creciendo allí mediante fertilizantes. La mayoría de los fertilizantes van a parar al mar. Brandenburg señaló, citado por Resource, que esta sobrecarga de nutrientes daña el ecosistema costero.

Entonces, ¿cómo le va a la granja europea de bajo coste? Los primeros resultados son prometedores. Tres especies de algas autóctonas, lechuga de mar, Laminaria digitatay Laminaria saccharina, crecen en las cuerdas que cuelgan por debajo de un marco flotante de tamaño modesto, aproximadamente de unos 64 m2. El agua de mar holandés demuestra ser suficientemente nutritivo y no necesita fertilizantes.

Para desarrollar un sistema de cultivo de bajo coste, el estudio también tiene como objetivo proporcionar información para optimizar los factores medioambientales como la temperatura y la luz.

Según comentó Brandenburg a Resource,“Las Clorófitas (división de algas verdes) absorben principalmente la luz roja, y pueden inducir su crecimiento por encima de la cuerda, donde hay suficiente luz roja”. Este añadió que las algas marrones y rojas absorben la luz verde y azul del espectro, siendo exactamente esta luz la que alcanza mayor profundidad en el agua, así que a estas especies les va mejor por debajo de la cuerda.

Las siguientes preguntas son cómo llevar el experimento al siguiente nivel de una manera medioambiental sana, cómo cultivar y procesar parcialmente el alga en el mar, y cómo innovar las técnicas de biorefinería y mejorar la rentabilidad económica.

Brandenburg manifiesta en una entrevista en televisión: “Lo que me imagino son granjas realmente grandes en poco tiempo, lo cual puede ser muchos miles de Km2 en lugares donde sea viable. Donde hay sitio para procesar parcialmente las algas, donde el transporte se tiene en cuenta…El mar tiene suficiente energía, así que estoy imaginándome una economía completamente nueva”.

Y una vez que la granja piloto sea actualizada, de forma que una región del mar dos veces el tamaño de Portugal se cubra de granjas de algas que produzcan cultivos de proteína de alta calidad de rápido crecimiento, entonces ésto podría proporcionar la proteína necesaria para la creciente población mundial.

Como una alternativa para convertir la naturaleza en tierras cultivables o la intensificación actual de sistemas de producción terrestres,“podríamos duplicar la producción en la tierra, para así poder seguir alimentando al mundo en 2050”, comentó Brandenburg enResource.
“Pero luego será una gran problema para los elefantes y los pandas que también querrán mantenerse vivos”, añadió.

¿Y significará esto que pronto veremos algas verdes acompañando a nuestras patatas? No necesariamente. Las algas ya son parte de nuestra vida diaria. Están en los batidos de chocolate, los helados, cosméticos, salsas, sopas, pastas de dientes, suplementos alimenticios, medicamentos, etc.

Las algas también pueden ser procesadas en los alimentos animales o los fertilizantes ecológicos, lo cual podría ayudar a calmar la creciente escasez de fosfatos para la agricultura convencional. Y puede ser utilizado en material sintético o como biocombustible, como se mencionaba en el programa de la televisión nacional holandesa sobre la granja piloto. LNE





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