Lo que es seguro es que, a largo plazo, solo la agricultura que reciba fertilizantes orgánicos y no de síntesis y a la que no se agreda con pesticidas, herbicidas, nematocidas o similares, será la única viable y sostenible a largo plazo. No tengo cifras de a cuánta humanidad puede o podría alimentar este tipo de actividad agraria, sobre todo a la vista de como hemos dejado ya los suelos, la capa fértil, las captaciones de los acuíferos, la ocupación de suelo por ciudades, industrias y vertederos, la contaminación de las necesarias aguas y demás. Pero eso tiene relativa importancia porque en unas tres generaciones mas, practicamente todos los 7.300 millones actuales habremos cascado. También hay que considerar que modificar ahora todas las inmensas superficies de dedicadas a monocultivos en forma de agroindustria, o granjas industriales con animales estabulados y alimentados de forma industrial, serían muy difíciles de erradicar en una generacion e implicarían unos cambios sociales brutales con abandono de muchas macrociudades y vuelta al campo, donde podrían multiplicar los destrozos ambientales, si llegan al campo forzados por la necesidad y sin haberse despojado de la mentalidad consumista, de confort material, de actividad constante y desprecio por el ocio y la contemplación y de gratificación inmediata.
Por último, me temo que el veganismo es una corriente modernista que da por supuesto que uno puede tener kinoa en Valladolid, leche de almendras en Finlandia todo el año y las variedades vegetales que guste en cualquier momento y en las dosis adecuadas. Algo poco probable en un mundo de agricultura local en muchas regiones y latitudes y sobre todo, si hay que volver a un esfuerzo físico mayor en una agricultura de baja intensidad. Veo mucho mas adaptada una dieta que utilice lo que siempre utilizaron los agricultores preindustriales: una dieta fundamentalmente vegetariana por necesidad, que se complementa con un poco de la que será, también por necesidad, una escasa dieta complementaria, calórica y protéica de origen animal y derivados, si ello significa un ahorro en el esfuerzo humano par conseguir el equivalente de origen vegetal y que incluirían algunos lácteos y derivados, especialmente para niños y grasas como tocino para los adultos que realicen más esfuerzo fīsico. La frase "cuando seas padre comerás huevo", que muchos jóvenes urbanos de la sociedad de la abundancia desconocen, es un indicativo claro de lo difícil y costoso que resultaba conseguir un huevo.
Pedro Prieto
En mi opinión la respuesta a la primera pregunta (asumiendo que "ecológica" puede interpretarse como una agricultura adaptada al medio y más o menos a los medios humanos y materiales disponibles), es sí. Y sí, porque podemos jugar con un amplio abanico de patrones de consumo. Ser un animal omnívoro facilita mucho la capacidad de adaptación.
Respecto a lo del veganismo, y entendiéndolo como un movimiento ético que implica la no utilización de animales... pues no. Nos los comamos regularmente o no, o incluso, no comiéndonoslos, vamos a tener que utilizar animales sí o sí para poder mantener los ciclos ecológicos (especialmente, el del fósforo) a ritmos adecuados para poder tener cosechas. Es más, tendríamos que empezar ya a usar cabañas ganaderas de diente variado para sustituir a las reses silvestres que hemos extinguido local o globalmente, si queremos que muchos ecosistemas vegetales no colapsen. Y dado que también hemos extinguido (local o globalmente incluso) a muchos de sus predadores, para que la cosa no sea un desastre, tendremos que ejercer nosotros mismos de predadores.
Ya tenemos un problema con el fósforo en muchos suelos agrícolas debido a la tendencia creciente al estabulado frente al pastoreo extensivo, y también, a la caída de diversidad de la comunidad herbívora (tanto doméstica como salvaje) y la pérdida de su equilibrio (es cierto que localmente hay "explosiones demográficas" de ciervos, o corzos, o jabalíes, o incluso conejos, pero la correcta movilización de nutrientes se realiza cuando hay los que tiene que haber de cada especie). Sin el mantenimiento de al menos un 50% del territorio (en realidad, de cada ecosistema) va a ser muy difícil no sufrir pérdidas de biodiversidad que sean inasumibles por ecosistemas vegetales. Y vamos a necesitar más que nunca formaciones vegetales lo más sanas posible para poder "moderar" aunque sea localmente, tanto los ciclos hidrológicos como los factores climáticos.
Añadir como apunte que eso de que las dietas antiguas eran prácticamente vegetarianas... pues hay que matizarlo muchísimo. Incluso sin salir de Españistán, hay recetarios tradicionales que incorporan alimentos de origen animal con alta frecuencia en tiempos relativamente recientes. Si nos movemos además por el tiempo, hay épocas en que esos alimentos de origen animal eran casi diarios (como el pescado, el marisco o los moluscos en casi todas las zonas costeras). Y es que en el fondo, lo que pesa es la "TRE del alimento"...
Añado que he obviado varios componentes del tema, especialmente el energético, porque ya se ha tratado varias veces aquí. Pero sintetizando... "reasalvajar" ecosistemas para garantizar la conservación de un mínimo de biodiversidad, va a costar invertir energía; devolver fertilidad a los suelos, también; reconstruir agrosistemas poco o nada dependientes de combustibles fósiles e insumos dependientes de ellos, también; etcétera...
Y seguramente, no lo vamos a hacer exclusivamente a costa de nuestros lomos... Se seguirán usando animales también como "energía". Y si la población subsahariana sigue creciendo (y la blanca europea-norteamericana menguando)... igual volvemos a ver barcos negreros... lamentablemente.
David Torralba
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