¿Te gustaría cultivar tus propios alimentos en tu casa? Si la respuesta en sí, la empresa francesa Myfood te lo pone fácil para que cumplas este deseo y produzcas hasta 500 kilos de fruta y verdura anuales y, de paso, te surtas también de pescado con tres modelos de invernadero innovadores. La estructura más pequeña ocupa tan solo 3’5 metros cuadrados por lo que, si te interesa, saca el metro y comprueba si tienes hueco en el balcón para instalar este espacio de cultivo que se abastece íntegramente de energía solar.
Con el objetivo de ofrecer a cualquier ciudadano una alternativa para avanzar hacia la soberanía alimentaria, la start-up francesa ha ideado distintos prototipos de invernadero que cualquiera que tenga un patio, una azotea o una terraza puede instalar para obtener sus propios alimentos.
Los tamaños estándar van de los 22 metros cuadrados del modelo Familiar hasta los 3’5 para el modelo City. Sin embargo, la firma asegura que puede ofrecer también soluciones personalizadas para superficies tan pequeñas como un metro cuadrado para que, quien solo disponga de un pequeño balcón, no se vea privado de la posibilidad de cultivar sus propios alimentos.
Para idear estos prototipos, la empresa se inspiró en las técnicas de la permacultura para la regeneración del suelo, y las combinó con la acuaponía, que permite la producción sostenible de frutas y verduras, pero también de peces. Estos están situados en los invernaderos en estanques que se ubican en la base de unas torres verticales en las que se cultivan los vegetales.
Esta conexión permite que los deshechos que generan los peces funcionen como nutrientes para las plantas, que los captan a través de las raíces, que están en contacto con el agua y que, además, la purifican, lo que posibilita que se ahorre en este recurso y que no sea necesario aplicar ningún fertilizante a las plantas para que crezcan. Según apuntan desde la empresa, los invernaderos del modelo familiar permiten obtener hasta 500 kilos de alimentos al año, incluidos los peces, que también son aptos para consumo.
A estas virtudes se suma la posibilidad de que estos invernaderos tomen la energía que necesitan de paneles solares instalados en el techo, con los que serían también sostenibles desde el punto de vista energético.
Esta oportunidad para acortar hasta los límites de lo imaginable la distancia que los alimentos recorren desde la zona de cultivo a la mesa incorpora además otro elemento que puede convencer a quienes teman adquirir uno de estos prototipos por falta de tiempo: una aplicación permite supervisar el estado del cultivo y alerta al propietario cuando hace falta que realice algún trabajo. Con esto, aseguran desde Myfood, el mantenimiento de estas superficies no alcanzará ni los veinte minutos al día.
El tamaño grande de invernadero cuesta 8.000 euros.
Desde la empresa buscan voluntarios para probar sus prototipos así que, quien esté interesado, puede obtener más información en Myfood.
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